martes, 22 de julio de 2014

Sacrificar un sueño.

Y la realidad es aplastante, llega un punto en que no puedes seguir como hasta ahora.
¡Ah! Que horrible y grotesco es levantarse de un sueño para tomar una taza de realidad.
Cada vez que te la tomas sacrificas un sueño... Uno tras otro, ¡Y venga! Otro más...
Hasta que... Acaba pasando lo inevitable.
Llega un momento en el que te has levantado para tomarte esa taza de realidad y problemas tantas veces que te quedas sin sueños ni esperanzas... Y...
¡¡¡Agghh!!! 
Te vuelves una persona gris e insulsa.
Que lo ve todo del mismo color, gris, y que no diferencia entre el blanco y el negro.
Y así. Hoy. Has sacrificado un sueño.

No hay comentarios:

Publicar un comentario