-Dolor.

El dolor, ardía, quemaba en mi piel. Era una sensación nauseabunda. No podía moverme.
¿Qué era eso? ¿Qué había pasado? ¿Por qué lo había hecho?
En un momento estabas allí, indefenso, pero al siguiente ya no estabas. ¿O era yo la que no estaba?
Me había puesto en medio.
Me lleve la mano a mi ojo derecho, dolía a horrores.
Cuando la aparté la mano y la miré, estaba cubierta de sangre.
No, no podía ser verdad.
Miré atrás y estabas allí, seguías allí tirado, inconsciente.
Escuche un tiro, una bala que debió de dar en el blanco.
Pero el blanco por suerte no era yo.
Y me dejé ir en un sueño profundo.
Aun que no sabía si despertaría.

Mi pequeño paraíso.

Era sábado por la mañana y no tenía prisa por levantarme. Apagué el despertador y vi los cortes y los moratones. 
La paliza de hacia dos noches no había sido una pesadilla, había sido verdad. 
Por suerte me habías defendido.
Volví a meter los brazos en las sábanas, entonces me percaté del agradable calor en mi espalda y la suave respiración que notaba en mi nuca.
Me di la vuelta y te vi dormido a mi lado, habías pasado tus brazos por mi cintura y me abrazabas con dulzura.
Entonces los cortes empezaron a escocer y quemar por el calor y tuve que tirar de las mantas con fuerza y me hice daño, los moratones y mis músculos se resentían.
Te desperté sin querer y me abrazaste preocupado...
-¿Te he hecho daño?- Dijiste.
Y me abracé a ti con fuerza.
-No. ¿Podemos quedarnos así?...
-Para siempre si quieres.- Me respondiste.
Y nos quedamos abrazados, toda la mañana, en nuestro pequeño paraíso privado.

-Y aun queda mucha noche.

Sabía que él podía sentir el dolor en su carne, pero aun así solo había conseguido de él una leve mueca de dolor en su rostro, que enseguida había desaparecido.
Así que, guarde el mechero y cogí el martillo. 
Tenía una insana necesidad de romperle las piernas.
¿Qué si le iba a doler? Claro que sí.
¿Qué si iba a hacerlo sufrir? Ya tenía claro que sí mucho antes de empezar.
"Bum!" un golpe seco y certero en la rodilla.
Un grito de dolor agónico y lágrimas desesperadas saliendo de sus ojos.
   -¡Para! ¡Para, por favor!-Gritaba.
Me acerqué a su oído y le susurré.
   - ¿Qué tal sienta ser la victima?
Me miró con muchísimo odio.
Tal vez le habría gustado rematarme cuando tuvo la oportunidad de hacerlo.
  -Sucia puta...-Dijo.
Y sonreí.
Porque no tenía intención de dejarlo con vida esa noche.
"Bum!" una mano. Otro grito.
Y aun quedaba mucha noche hasta que quisiera poner fin a su lenta tortura.

Y me alzaré.

Y me alcé, de la más profunda oscuridad, hacía esa luz, decidida. Sin temor.

Y me seguiré alzando, para detener toda la oscuridad y escoria de este mundo.

Y me alzaré y traeré la luz a este mundo de tinieblas.

Adicta a tus ángeles y tus demonios.

Desde que te conozco las cosas han cambiando mucho para mi, desde que te conozco estoy adicta a tus ángeles y a tus demonios. Eres la droga que está consumiendo mi vida. ¡Que la corrompe! ¡Que la destruye!

Pero no sé porque sigo adicta a ti, a esa sonrisa que me desarma, a esos ojos que me tientan.

No sé porque. Pero sigo adicta a tus ángeles y a tus demonios.

Un mundo de fantasía.

Soñé con un mundo de fantasía del que enamorada quedé. Visité Roma y Grecia también. El Olimpo y en el Hades me quedé, enamorada de un hombre que nunca me va a corresponder. No es es muy guapo, ni muy atractivo, no es muy alto ni muy bajo, no es muy fuerte, pero tampoco es muy delicado.
Él es él, es el rey aquí donde lo ves, pero se preocupa por mi y eso es lo que está bien.
No me quiere lastimar y eso a mi me importa mucho mas que toda la belleza que Afrodita le pudiera dar.
Ah... Mi rey... ¿Cuándo en mi podrás reparar?

Y cuánto lloraré...

Y llené tarros, vasos, jarrones... Todos con mis lágrimas.
¿Y cuánto más tendré que llorar? ¿Cuánto? Para que me escuches y me vengas a salvar.
Y cuanto más lloro más me ahogo.
¿No dijiste qué era tu princesa?
¿No decías qué matarías dragones por mi?
Y... Cuánto más lloraré.

Mageirocofobia

Todos nos miraban, esperando a que hiciésemos algo.
Pero no hice nada, me quedé petrificado.
Salí corriendo, ¿Qué más podía hacer? No tenía muchas opciones que digamos...
Pero él me siguió.
Cuando nos quedamos a solas me puse a gritarle:
-¡¿Por qué lo has hecho?!
-Solo te he cogido la mano.
-¡Nos han visto todos!
-Creía que era normal cogerle la mano a tu novio.
...
Me desperté, respiraba agitado, busqué a oscuras su mano y la encontré. Suspire.
Solo había sido una pesadilla. Ya estaba. Todo había pasado.
Al fin y al cabo era muy normal que dos personas casadas se dieran la mano...
Aunque fueran chicos, ¿No?

Como cuando eramos niños

-¿Aún te acuerdas de cuando veníamos a esta cala todos juntos cuando eramos pequeños?- Pregunté.
-Sí, mi hermano y tu padre nos traían.
-Lo echo de menos.
-Yo también lo echo de menos, pero para nuestra desgracia ya no están.
A todos les había pasado algo; su hermano había desaparecido, seguía vivo pero no sabíamos donde; mi padre había fallecido y el resto de nuestros amigos vivían lejos.
Me cogió la mano.
-Enhorabuena- Dijo.
-¿Por qué?
-Te has prometido, ¿no?
-Sí pero...- Me miro extrañado. -No importa...
Y le besé la mejilla como cuando eramos niños, nunca me habría atrevido a decirle que lo quería.
Nunca me habría atrevido porque él lo habría dejado todo por mi.
Y yo no quería que lo dejara todo.

Y cayó.

Y el ángel se tiró al vacío. No le importo la enorme caída hasta el mundo mortal. Sus alas se deshacían por cada centímetro que caía.
Y al fin llegó al suelo. 
Y la estaban esperando; los que se tiraron antes que ella, los que abandonaron su vida en los cielos, los que lo dejaron todo.
Pero la conciencia del ángel que había sido no desapareció del todo en ella, como en el resto, cuando se tiró.
Y por eso ahora vaga por la tierra, condenada a tener, por siempre, plumas negras que le recuerden, de quien tiene que vengarse y delaten lo que una vez fue. Justo antes de caer.
Y ella cayó.

Y lo hecho... Hecho está.

-¿Qué se siente al escapar?- Preguntó.

-No lo sé, es como un peligro constante, me gusta...

Estaban solos, en un viejo coche de tapicería beige.

-¿Sabes? No quiero volver nunca, prefiero quedarme aquí... Contigo.

-Yo también, desde luego es mucho mejor estar aquí que en esa casa con mis padres.- Dijo sonriendo.

Y ya lo habían hecho, los dos, juntos.

Y ya nada iba a hacer que volvieran a casa, nunca.

Tengo miedo

Tengo miedo... De que re aburras de mi, de que me desprecies.
Tengo miedo de que mi vida sea demasiado difícil para afrontarla.
No quiero volver a intentarlo.
Si me caigo ahora no sería capaz de levantarme.
Me estoy ahogando en mis miedos...
Solo quiero estar contigo...

Nictofobia.

Hace días que no duermo bien, la última buena noche que recuerdo fue la del jueves.
Estoy desesperada, nerviosa...
Me quedo en la cama y noto que se me escapa el aire.
¿Cuándo piensas volver? Tu almohada huele a tu colonia, tiene tu olor, pero lo más importante no está, no estas tú.
Y el aire se me escapa y no puedo respirar y me ahogo y estoy a oscuras...
Está muy oscuro.
Me despierto. No puedo respirar. Esta muy oscuro, tengo mucho miedo, no puedo ver. 
Me siento en la cama y palpo a oscuras la pared.
Tengo miedo.
Algo me agarra. 
Grito.
No tengo aire.
"¡Click!"
La luz se enciende.
Me ciega.
Algo me toca el pelo.
-Shh... Tranquila, respira, respira.
Es tu voz y te abrazo y me relajo... ¿Era... Era todo un sueño?

-Untitled...

No sabía donde estaba, había perdido el rumbo casi por completo. Solo había árboles. Giraba una esquina y más árboles.
"Bum, bum... Bum, bum. Bum, Bum" mi corazón cada vez latía más rápido y más fuerte. "Bum, bum.. Bum, bum. Bum, bum" Parecía querer salirse de mi pecho.
"Tick, tick" la luz de la linterna parpadeaba. "Tick" y se apagó. Estaba a oscuras
-¡¡¡Ahh!!!
Me desperté empapada en sudor, miré el despertador. Las tres y media. Encendí la luz y miré a mi alrededor.
Suspiré.
Estaba en mi habitación.
Respiré hondo y apague la luz, me quedé un rato a oscuras.
Silencio... Demasiado silencio, me ponía nerviosa.
La puerta se abrió con un leve chirrido. Algo de la luz del pasillo entraba por la puerta entreabierta.
Y apenas tuve tiempo de gritar cuando algo se abalanzo sobre mi.
Y ahora... ¿Dónde estoy?
No lo sé.
Untitled.

¿Alguna vez he sido libre?

Ahora que he estado recapacitando, aquí, en esta fría y oscura habitación... Me pregunto si alguna vez he sido libre.
Porque nunca he sentido la libertad, sí la adrenalina de una aventura pellizcando mi piel... Pero... ¿La libertad? ¿Qué se siente al ser libre?
¿Es la misma sensación que se tiene cuando corres sin más preocupaciones?
Ahora que estoy reflexionando...
¿Puedes decirme lo qué es?

¿Cuándo?

¿Cuándo podré ver otra vez esos ojos azules?
¿Cuándo podré dormir contigo de nuevo?
¿Cuándo te he hecho tanto daño para que no me quieras a tu lado?
Dime qué he hecho, e intentaré arreglarlo.
Sabes de sobras que no soy perfecto y que hago daño a las personas que quiero.
Ahora dime, ¿Cuándo podré verte para decirte cuanto lo siento? ¿Cuándo podrás perdonarme?

¿Valiente?

Valiente, osada, ¿Qué es eso? ¿Este es el mundo en el que vives?
Arrogante, iluso, ¿Crees que eso es vida? ¿Arriesgarlo todo para acabar convertido en cenizas?
Estúpido, cobarde, ¿Te ocultas detrás de arrogancia? ¿No eres capaz de decirle que lo amas?
Creyente, enamorada, ¿Crees que lo superarás todo con esas convicciones? ¿Qué por amor harías cualquier cosa?
Veréis, el juego no funciona así, no funciona como creéis, solo hay una verdad, y la verdad es que cuando llegue el momento, vuestras virtudes, vuestras habilidades, vuestra verdad... Cuando sea hora no servirán de nada.
Y... ¿Sabéis lo mas triste? Que yo seré quien os lo demuestre...
¿Asustados?... Tranquilos, no tenéis porqué, solo pensad, que no llegareis muy lejos.

50 cosas sobre mí.

1- Soy tsundere.
2- Me gusta el yaoi.
3- Me enamoro con facilidad.
4- No me gusta la gente nueva.
5- Soy tímida.
6- No me gustan los niños.
7- Adoro el olor a libro.
8- No me gustan los formatos de libro digitales.
9- Soy gamer, pero no me gustan los shooter.
10- Detesto la música de electro latino y demás cosas repetitivas.
11- Soy tozuda.
12- Quiero ser mangaka.
13- Si no pudiera ser lo anterior diseñaría ropa y vestidos de novia.
14- Me gustan los peluches.
15- Soy otaku.
16- Nunca sé de que a hablar con la gente que no conozco demasiado.
17- Los miembros de mi grupo favorito son chicas a ojos de la sociedad, y si no son chicas son gays.
18- Puedo presentarme a mi misma en 7 idiomas, pero solo se decir "hola" en 5 de ellos.
19- Las canciones tiernas me hacen llorar.
20- Le tengo miedo a la oscuridad.
21- No puedo ver películas de terror.
22- No me gusta dormir sola, duermo con un peluche.
23- Soy fan del Doctor Who.
24- Tengo una buena colección de muñecas Barbie, las compro desde los 3 años. He reunido alrededor de 40.
25- Mi libro favorito es la primera parte de la trilogía "Night School".
26- Me apasiona la saga de "Final Fantasy".
27- Mi película favorita es un dramón japones de 2 horas.
28- Detesto que toquen mis CDs.
29- Odio cuando alguien me pide un libro y esta unos 3 meses en su casa con el pretexto de "no tengo tiempo" o "no tengo ganas de leer". Si no te vas a poner con él ya, no me lo pidas.
30- Mi cuñada es la única que acierta al hacerme un regalo de cumpleaños.
31- Nunca he tenido novio/lío/royo o cualquier cosa.
32- No me gusta el alcohol.
33- Soy un caso perdido con las matemáticas.
34- Tengo miedo al rechazo.
35- No sé muy bien como encajar las criticas constructivas.
36- Me entusiasma la mitología griega y la cultura clásica.
37- Mi color favorito es el turquesa.
38- Me gusta la moda lolita.
39- Me encanta la moda japonesa.
40- Detesto a la mayor parte de niñas de mi clase.
41- Me gusta Eric de True Blood.
42- Me he leído un libro en 4 días para ir a ver una película al cine basada en el libro.
43- No soy capaz de levantarme cada mañana y maquillarme o alisar mi pelo.
44- Tengo una habitación muy cómoda.
45- El primer libro "serio" que leí fue "Temblor" de Maggie Stiefvater.
46- No se hacer amigos.
47- Tiendo a infra-valorarme (¿Se escribe así?), siempre lo hago.
48- Paso mas tiempo hablando con una de mis amigas que con mis padres.
49- Si pudiese no me movería de mi habitación en todo el día.
50- Detesto los olores fuertes.