jueves, 16 de octubre de 2014

Masquerade.

Luces de colores adornaban la fiesta, hermosas pero frías.
No sabía muy bien qué, pero había algo en la fiesta que lo quería hacer huir.
Tal vez la curiosa mezcla de épocas en la ropa de los diferentes invitados, una falda victoriana por allá, unos vaqueros ajustados por el otro lado...
O quizás fueran las mascaras, mascaras venecianas de siglos atrás... Muy atrás... Seguían en el siglo XXI... ¿No?
No...
Vale, eso era inquietante, era muy raro, pero era halloween, así que podría pasar por normal...
Pero lo que lo quería hacer huir era el olor. Olía a muerte, a putrefacción.
Corrió por el gran salón de baile de la mansión, salió a los pasillos y corrió también por ellos... Y corrió y corrió.
Se había perdido.
Recorrió toda la mansión y se encontró con el anfitrión en medio de uno de los pasillos, cara a cara enfrentándolo. 
Le tendió una carta y su mascara se torció en una grotesca y retorcida sonrisa... Se alejó tan rápido como pudo de la siniestra imagen y leyó la carta en silenció con el corazón latiendo con fuerza contra su pecho.
La carta decía:
"Querido o querida invitado o invitada:
Gracias por venir a mi fiesta. Supongo que si tienes esta carta es porque has descubierto que algo no pinta bien y estas intentando huir.
Buena suerte al encontrar la salida, pues si permaneces aquí hasta las doce no podrás irte jamás y me temo que te "haremos" uno de nosotros.
Espero verte a las doce.
Se despiden cordialmente, Los que se han ido sin dejar rastro..."
Gritó y arrugó la carta, siguió corriendo y alcanzó la salida justo cuando daban las doce.
En el preciso instante en el que se encontraba atravesando la puerta se acordó de sus amigos, que estaban con el bebiendo cuando entraron en la casa. ¿Se habían dado cuenta ellos también de que algo iba mal? ¿Habrían corrido como él, pero no habían tenido éxito? 
No le dio tiempo de mirar atrás y ver si lo habían seguido.
La puerta se cerro tras él.
¿Qué hacía él allí? ¿Cómo había llegado a la puerta de la mansión abandonada?
Solo había ido a los alrededores para olvidarse de su soledad, ahogarla en alcohol...
Para olvidar que "él nunca había tenido amigos".
Ya estaba bastante alejado de la mansión cuando no sabía porqué se le ocurrió mirar a la mansión una ultima vez. Dirigió su mirada hacía la ventana y vio algo muy raro...
Vio lo que parecía ser un hombre con una horrible mascara torcida en una sonrisa grotesca.
Y eso escribió en el polvo de la ventana:
"Deberías haberte quedado bailando y bebiendo con tus amigos".
Con un escalofrío se echo a correr y no miró atrás.

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