jueves, 20 de marzo de 2014

En la puerta de tu casa.

Hoy no he podido. Simplemente no he podido.
He notado el mundo cayéndose encima: el trabajo, las obligaciones, las tareas.
Desde las siete de la mañana con la agenda ocupada.
Pero todo se quedó en la puerta de tu casa.
Cuando llego allí nunca me quejo del día y si me preguntas te diré que todo ha ido bien con una sonrisa aunque no haya sido así. No quiero ahogarte en mi mundo eres demasiado valioso para mi.
Y no estoy mintiendo, todo esta bien...
Porque al fin y al cabo, todo se queda en la puerta de tu casa.

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