Cuando empecé a salir con un chico me compró un vestido casi igual, pero cuando me lo ponía ya no me sentía de la misma forma y con el tiempo dejaron de gustarme los dos vestidos hasta el punto de odiarlos. El segundo vestido, lo rompí yo.
Lo rompí con los sentimientos malos que me dejó ese chico y los trozos de cristal roto en que se convirtió mi alma.
Ahora tú me has comprado un vestido.
Soy pequeñita y el vestido es largo. No me queda bien, ni siquiera es un vestido bonito, pero me gusta mas que los otros, porque me lo has regalado tú y porque ese vestido hace que me sienta tu princesa.
que bonito...TT.TT
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